La terrible consecuencia de tu acto, de tu acto grandioso entrando en mi y saliendo por mi boca majadera. Ves lo que provocas, que sin más por un segundo ganas de llorar tenga, que sin más por dos segundos pensé en que ya se fuera, y sin más después de tres segundos ya me dolía que no estuviera. Como si no te dieras cuenta crueldad tuya tan inmensa.
Y yo alardeando de mi confianza dominguera, que se acuesta todo el día que se queda quieta, quieta; total se que me quiere, total lo quiero igual!. No hay cabida pues para el temor indeciso, o llamémoslo la sensación perdida de el amor de mi querido.
Pero vienes sigilosa clandestina y hasta de puntillas; haciéndote de chistes, colándote en mi lengua y te resbalas con mi saliva, me conviertes en prisionera.
Y sus ojitos que nada más me dicen "contigo estoy bien", o al menos así quiero interpretar la mirada que me da.
Al final por tu culpa, sus palabras me maltrataron mas que alguna que yo pudiera repetir...
Se doblaba mi dureza, para quedarme desnuda ante el momento. Y me abrazó!
Que dulce son sus abrazos, quizás es lo que te cele a ti, y te lo repito: QUE DULCES SON SUS ABRAZOS!.
Mañana te olvidare lo prometo, porque a él mi amor quiero dar entero, sin ti, sin mentiras, sin patrañas repetidas, sin mis miedos sin mi cobardía de poder amarle por completo.
Veras como sonreímos mañana, como nos tomamos de la mano, y como ante miles de ajenos a nuestro amor, incluida tu maldita traicionera, festejaremos tranquilos que el tiempo avanzo, otro mes, otro día, otras horas, que llenan mi alma, que llenan mi corazón de niña.