domingo, 17 de junio de 2012

Vacío perfecto.

Se me acabaron las palabras con dedicatoria...

Y es que no a todos se les puede regalar un poema; se puede regalar a todos un beso en la mejilla (de despedida, de bienvenida, por gusto, por cortesía, sincero y falso); se puede regalar un momento (cómodo, incómodo, triste, feliz, hasta instantáneo) se puede regalar un vaso de agua (fría o al tiempo); se puede regalar una sonrisa (falsa, verdadera, de burla, de todo lo que sea, de nada que sea).

Pero no tan fácil se regala un poema, palabras... aunque sean falsas, porque hasta para eso se necesita "algo" y "algo" lo es todo, para cuando hay nada en sí...

Es verdad que solo una vez se destroza un corazón, y ahí fue donde se me acabaron las palabras... para tí, para mí... para todo.